El exmagistrado español Baltasar Garzón en la Conferencia Anticorrupción en Brasilia, el 10 de noviembre de 2012 (AFP, evaristo sa)
BRASILIA, 10 Nov 2012 (AFP) - "Mi vida es la justicia y voy a seguir exigiéndola", dijo el sábado en Brasilia el exjuez español Baltasar Garzón, tras la decisión hecha pública esta semana por el Tribunal Constitucional de su país, que le mantiene una condena a 11 años de inhabilitación.
El Constitucional español rechazó un recurso de amparo presentado por el exmagistrado contra la condena a 11 años de inhabilitación que puso fin a su carrera como juez, y su defensa adelantó que llevará el caso a la Corte de Derechos Humanos de Estrasburgo.

"He sido injutamente juzgado y condenado (...) y creo que ha habido gavísimas irregularidades a lo largo de ese proceso, por eso quiero reivindicar esa posición" de magistrado, dijo el juez de 57 años, célebre por la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet en 1998 en Londres.
Garzón dijo no obstante que incluso si recupera su condición de juez, "adelanto que no la ejercería" más.
"Estoy trabajando desde la sociedad civil, también en el ámbito profesional, estoy trabajando más que antes, por los mismos valores y con las mismas convicciones", dijo el exjuez que ahora coordina la defensa del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, durante una entrevista a un grupo de periodistas al margen de una conferencia internacional anticorrupción en Brasilia.
"Mi vida es la justicia, ha sido la justicia, y voy a seguir exigiéndola y procurando que realmente preste el servicio que debe a la sociedad, que en muchos casos no lo está haciendo", concluyó.
   El 9 de febrero, el Tribunal Supremo español condenó al entonces magistrado a 11 años de prohibición de ejercer por haber ordenado escuchas entre presos y sus abogados, en violación del derecho a la defensa, en una investigación sobre presunta corrupción que en 2009 implicó a altos cargos de la derecha española.
El exjuez, víctima según sus partidarios de una persecución de sectores conservadores, había sido juzgado a principios de año en otro caso muy polémico, por haber investigado las víctimas del franquismo en un país donde aún siguen abiertas las heridas de la dictadura.