Acusaciones falsas y capciosas contra congresistas


POR JORGE ABREU EUSEBIO.

Como parte del esquema orquestado contra nuestro país a todos los niveles, medios de comunicación haitianos acusan a varios congresistas dominicanos de ser los autores y quienes financian las acciones de protestas que se escenifican en nuestra vecina nación en contra de su presidente Michel Joseph Martelly, quien es el representante de su Poder Ejecutivo y reconocido como tal por todas las demás naciones y gobiernos del planeta. Quizás no comulguemos con posturas y lineamientos del Senador por Santa Cruz de Barahona Eddy Mateo Vásquez, a quien hemos adversado en el plano político dentro de la entidad partidaria y hemos enfrentado de manera pública en varias ocasiones, siempre actuando con coherencia, sin importar el costo que esto signifique para nosotros; pero, inventarse que es una persona que está organizando, financiando y dirigiendo esas protestas en Haití, es como tirarle piedras a la luna o decir que las vacas vuelan y los niños vienen al mundo porque los trae una cigüeña. Lo mismo podemos decir de Dionis  Sánchez.

Nunca estos dos Senadores han detractado, ni hecho daño a los nacionales haitianos, uno cerca de la frontera y el otro con incidencia en los bateyes del Ingenio Barahona, durante todas sus vidas y han brindado su mano amiga a los mismos cuando se ha requerido. Sabemos que ambos ni por asomo tienen interés en la política haitiana ni se han inmiscuido en nada ligado a ella.

Vimos la denuncia sin inmutarnos porque forma parte de un plan, cuya noticia falaz y difamatoria nada nos extrañó, no nos cogió de susto; lo que si vimos con escepticismo fue a quienes les imputaron tales acciones. A legisladores fronterizos y con incidencias en las zonas cañeras. Eso sí mueve a suspicacia, porque en estas dos zonas hay una inmensa cantidad de nacionales haitianos, con estatus migratorios no definidos o ilegales, como si estuvieren buscando una reacción de parte de estos en contra de los congresistas y pescar en río revuelto.

Las declaraciones infamantes, infundadas, y patrañeras vertidas a la opinión pública en contra de estos legisladores dominicanos constituyen una aberración sin sustento lógico, nada creíbles, con carácter dañoso y buscan un objetivo definido en contra de nuestro país y sistema democrático. Estas pretensiones ilusas no son más que una mascarada que busca empañar la imagen nuestra, pretendiendo involucrar a otro de los Poderes del Estado Dominicano, como es el Legislativo, en acciones que violan la Carta de las Naciones, el derecho a la autodeterminación de los pueblos y el Derecho Público Internacional al querer hacer ver al mundo que estamos interviniendo de manera violenta en contra de otra nación y subvertir el orden instaurado en Haití por la vía pacífica y legal.

Como ya lo hicieron con el Tribunal Constitucional, ahora le toca al Senado. Veremos a ver a quienes más van a involucrar en acciones sensacionalistas y no nos espantemos con otros inventos que se pueden estar fraguando. Ojo con esto, porque puede leerse entre líneas, que «como los Senadores están financiando campañas violentas contra Martelly, también pueden gestarse aquí en nuestra Patria acontecimientos que traerían graves consecuencias».

El ladrón juzga por su condición. Que no nos cojan asando batatas. Se está jugando con fuego y el que juega con fuego se puede quemar y también quemar a otros. Estas mentirosas acusaciones pudieran ser la chispa para encender un fuego incontrolable. Vamos a proveernos de los debidos extintores con químico seco y demás herramientas para estar preparados.

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