La sociedad Dominicana y sus instituciones
POR JOSE ANTONIO MATOS
Se dice, que en el mundo que nos toca vivir, hay un solo animal que es capaz de tropezar con la misma piedra, el hombre, como género, lo cual lamenta en una brillante balada, el afamado cantante, don Julio Iglesias y lo vemos a diario, en partidos políticos e instituciones diversas en nuestra nación.
Los importantes pensadores y maestros de la política mundial, tratan de corregir tan lamentable verdad, acuñando la frase que dice “los pueblos que no conocen su historia, tienden a repetir sus errores”, aunque en ocasiones, a pesar de conocer los precedentes, los olvidan, ó se dejan obnubilar, volviendo al mismo tropiezo.
Estas reflexiones las hacemos como ejercicio para la prevención en el presente y el por venir, debe ser aplicado en nuestro diario vivir, en nuestro accionar, personal y colectivo, vivimos en un mundo que va hacia lo asociativo, todo individuo debe ir pensando en las instituciones, las cuales, no deben ser un conglomerado más de personas, como sucede incluso a países del mundo. Tenemos que pensar así en todo y sobre todo, al momento de reformar las instituciones, que de el pasado de ellas, tomemos lo bueno, nunca lo peor, esto incluye, propósitos, proyectos y personas, repetir estas dosis o permitir repetir figuras de tropiezo en ellas, es tropezar de nuevo con la piedra y esto es de humanos, pero no de inteligencia.
Los partidos políticos dominicanos están plagados de estos eventos, unos con repeticiones de alianzas y negociaciones y otros en la selección de sus candidatos o representantes, y al final, la sociedad pagando los platos rotos, en el día de ayer, un partido político Dominicano cerro su evento a sillazos y tiros limpios, para decir en buen argot criollo, y no creemos que sea la primera vez que le ha sucedido a ese partido, ni tampoco al único en nuestro país, el revolucionario Dominicano lo ha cometido, y más de una vez, y… qué pena, rumbo a hacerlo otra vez.
Rectificar es de sabios, y todavía se está a tiempo de eliminar esa probabilidad, ejerciendo la filosofía democrática consistente en el pensamiento de Benito Juárez que dice “el respeto al derecho ajeno es la paz”, pero esa paz incluye el derecho de los dirigidos a no tropezar con los mismos obstáculos. Que esta reflexión le sirva a la nación para finalizar el año 2013 en mejor condición, y un comienzo del año 2014 con mejor dirección, ¡que Dios nos oiga!
Estas reflexiones las hacemos como ejercicio para la prevención en el presente y el por venir, debe ser aplicado en nuestro diario vivir, en nuestro accionar, personal y colectivo, vivimos en un mundo que va hacia lo asociativo, todo individuo debe ir pensando en las instituciones, las cuales, no deben ser un conglomerado más de personas, como sucede incluso a países del mundo. Tenemos que pensar así en todo y sobre todo, al momento de reformar las instituciones, que de el pasado de ellas, tomemos lo bueno, nunca lo peor, esto incluye, propósitos, proyectos y personas, repetir estas dosis o permitir repetir figuras de tropiezo en ellas, es tropezar de nuevo con la piedra y esto es de humanos, pero no de inteligencia.
Los partidos políticos dominicanos están plagados de estos eventos, unos con repeticiones de alianzas y negociaciones y otros en la selección de sus candidatos o representantes, y al final, la sociedad pagando los platos rotos, en el día de ayer, un partido político Dominicano cerro su evento a sillazos y tiros limpios, para decir en buen argot criollo, y no creemos que sea la primera vez que le ha sucedido a ese partido, ni tampoco al único en nuestro país, el revolucionario Dominicano lo ha cometido, y más de una vez, y… qué pena, rumbo a hacerlo otra vez.
Rectificar es de sabios, y todavía se está a tiempo de eliminar esa probabilidad, ejerciendo la filosofía democrática consistente en el pensamiento de Benito Juárez que dice “el respeto al derecho ajeno es la paz”, pero esa paz incluye el derecho de los dirigidos a no tropezar con los mismos obstáculos. Que esta reflexión le sirva a la nación para finalizar el año 2013 en mejor condición, y un comienzo del año 2014 con mejor dirección, ¡que Dios nos oiga!
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