La TV y la conducta infantil
Por ARCENIO ESTEVEZ MEDINA
Hay poca relación entre el tiempo que el niño dura viendo televisión y su comportamiento, de acuerdo a una investigación realizada por el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, dada a conocer por la BBC en marzo del año 2013.  El desarrollo del niño en la sociedad no tiene que ver con las horas que éste dedica a ver televisión. 

A pesar de la revelación hecha por esta investigación se prefiere limitar el tiempo que los niños duran frente a la pantalla chica y lo correcto es tratar de que utilicen ese tiempo en otras alternativas para que diversifiquen sus actividades y si van a ver televisión que lo hagan con programas educativos.
Las madres reportaron que sus hijos se veían envueltos en trifulcas con mayor frecuencia que los niños no expuestos a estar mucho tiempo frente a la pantalla chica.  Sin embargo, la doctora Alison Parkes, jefa de la unidad de ciencias de la salud pública y social de esta institución, afirma que es un error atribuir el mal comportamiento social de los hijos a que duran mucho tiempo viendo televisión.  Es mejor empezar a autocriticarnos y ver la razón por la que nuestros hijos pasan tanto tiempo en esa actividad y quizá encontramos que la causa somos los padres porque hemos dejado la responsabilidad de criar a nuestros hijos a cargo del televisor.  Es una manera de evadir nuestro compromiso.  También es recomendable revisar la influencia del medio social y otros factores que inciden en el comportamiento de los niños si queremos estudiar de manera seria esta situación.   
El lado bueno de la televisión.
No es un secreto que los intereses comerciales mueven a la publicidad con el objetivo de colocar sus productos en un lugar cimero para la capacidad de selección de los consumidores y la televisión, más que un medio educativo, informativo y de diversión sana, es un negocio y como tal los dueños siempre aspiran a que sea rentable.  Por eso no podemos esperar que este medio de comunicación de masas esté al servicio de los televidentes.  Todo lo contrario, se envuelve, en la mayoría de los casos, en su maquinaria de producción de información y publicidad revestida de engaños y mentiras a la hora de atribuirle propiedades a los productos anunciados. 
No obstante, todos estos factores negativos todavía hay programas, aunque cada vez son menos, que enseñan y depende de la capacidad de los padres –en el caso de niños pequeños- para seleccionar las ofertas que escogen sus hijos y de los adultos para determinar qué ven, de acuerdo a sus necesidades de conocimiento, diversión y entretenimiento.  Es importante, saber que, dependiendo de esta decisión, podemos sacarle provecho a la televisión o ser manipulados por los intereses de los empresarios del medio.
La adaptación a la tecnología.  Los muñequitos y sus efectos.
  Hay programas para niños, niñas y adolescentes que ayudan mucho a que éstos vayan construyendo su aprendizaje y es una manera de utilizar la tecnología para beneficio de los usuarios.  Un ejemplo de esto es la programación del canal internacional Discovery Kids, que tiene espacios para diferentes edades y es ahí donde los padres deben jugar su papel con sus hijos más pequeños.  Del mismo modo hay otros canales que presentan programas con especialización en deportes, salud, historia, geografía, manualidades y ciencia.  

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