Por Carlos Batista
Los que viven en este poblado, de la zona alta de la provincia de Barahona, se quejan porque tiene más de tres meses que ni una spirina llegar para darla a un paciente con un simple dolor.
Wander Sánchez, dijo que no es posible que en esa UNAP ni siquiera tenga un calmante de cinco pesos, sobre todo, cuando se trata de una comunidad formada por agricultores que están siempre expuestos a sufrir alguna herida, ya que su trabajo lo hacen con el machete.
Llamó a la ministra de Salud Pública, altagracia Guzmán Marcelino, para que ordene al Director de los Servicios Provinciales de Salud, doctor Luis Pérez Gónzález, enviar medicamentos a la Unap.
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