BARAHONA: Ejecutivos del CAC habrían desfalcado con más de RD$92 millones a la empresa


TOMADO DE ARMARIO LIBRE

BARAHONA: Un desfalco superior a los RD$92 millones habría cometido un grupo de ejecutivos guatemaltecos colombianos y dominicanos de diversas áreas del Consorcio Azucarero Central (CAC) Barahona, pero el hecho se maneja con un completo hermetismo.

El CAC está siendo administrado por los guatemaltecos Pablo Campollo, gerente general y/o presidente del grupo, y Jaime Bonifasi Campollo, quien figura como administrador de la empresa arrendataria del ingenio Barahona. 

“Esa pregunta que me haces no te la puedo confirmar ni rechazar, esa no es mi área, para eso, trata de comunicarte con el departamento de Comunicación que está trabajando esa parte”, dijo un funcionario del CAC que se le preguntó si el robo era de RD$125 millones.

El desfalco, según fuentes, lo habría hecho el guatemalteco Ottoniel Núñez, con su esposa, la dominicana Orquídea Batista, y una docena más de altos ejecutivos de la empresa azucarera.

Ottoniel figura como jefe de transportación, y Orquídea, asistente de Pablo Campollo y encargada de ventas del CAC.

Según una de las fuentes que han aportado las informaciones al Grupo de Comunicaciones Armario Libre, entre Pablo Campollo y Jaime Bonifasi Campollo, tío y sobrino, hay una gran disputa y diferencia personal, que ha llevado a que en la empresa hayan dos grupos paralelos.

En la trama para descapitalizar al CAC, estarían involucrados, además, los guatemaltecos Henry Abdíes y René Archila.

Abdíes fue cancelado u obligado a renunciar, mientras Archila, a mediados de este mes seguía en la empresa, pero sería cancelado de un momento a otro, por sus vínculos con Otto, según las mismas fuentes.

El grupo de involucrados, según las mismas fuentes, es parte del equipo de confianza de Pablo Campollo.

La empresa despidió al contable Wander Matos Padilla, sin un centavo de liquidación, pese a los 17 años que tenía laborando en el CAC, al ser involucrado en el desfalco de la empresa privada.

Nadie se ha quejado, pero tampoco ha llevado el caso a las instancias legales, porque según otra fuente, “los empleados firmamos un contrato de confidencialidad que no podemos decir una palabra de lo sucedido, antes, durante y después que estemos en el CAC”.

Muchos de los ejecutivos nacionales y extranjeros, fueron obligados a renunciar a sus puestos, unos, mientras otros, cancelados sin derecho a liquidación y a todos sus derechos en la empresa.

Los ejecutivos del CAC habrían conformado varias empresas fantasmas, las cuales supuestamente, vendían y compraban productos, que era incierto, pero se hacían las grandes transferencias económicas.

“Entre los involucrados hay varios extranjeros y nacionales, pero el caso, a pesar de que se maneja con mucho hermetismo, sigue investigándose, pero al parecer no será judicializado para evitar un escándalo público”, precisó una de las fuentes.

Desde hace varios años, el CAC no entregaba las bonificaciones a sus empleados, porque supuestamente, no había ganancias, sin embargo, los capitales de los principales ejecutivos crecían, lo que irrita a los trabajadores de abajo. 

Cancelados

Ottoniel Núñez (guatemalteco), Orquídea  Batista (dominicana), Henry Abdíes  (guatemalteco),  Wander Matos Padilla (dominicano), Rusvelt Rivera Zambrano (colombiano) 

Cómo se descubrió el desfalco?

Uno de los grupos que regentea el CAC, sospechando de lo que sucedía en la empresa, instaló micrófonos en las oficinas de la empresa (centro de espionaje), para escuchar la conversación de los empleados y funcionarios.

Los empleados descubiertos que formaban parte del grupo, habrían sido chantajeados, haciéndolos firmar papeles de despidos sin ninguna remuneración.

Muchos de esos empleados tenían hasta 17 años en la empresa.

Para cometer el desfalco, los ejecutivos del CAC, habrían conformado “empresas” que le suplían al CAC desde hace muchos años, pero que ahora, a través del mismo sistema de espionaje, se ha descubierto que las transferencias que se hacían de la empresa azucarera  era a las cuentas de esos mismos dependientes de la industria. 

El caso tiene atemorizados a los empleados, ya que ha visto sus futuros en el suelo, porque han dejado el sudor de sus frentes y no pueden hacer nada.

Los empleados, además, firmaron un acuerdo de confidencialidad, por lo que no pueden decir nada de lo que suceda.

Según los informes, en el CAC hay un equipo de investigación y auditores, viendo todos los movimientos que han hecho los principales ejecutivos de la empresa en los últimos años, y los despidos no cesarán hasta acabar por completo con todo el que haya cometido actos de corrupción. 

Los despidos, dijo una fuente a Armario Libre, podrían alcanzar hasta el más encumbrado de los funcionarios. 

Ottoniel Núñez

El más implicado de todos los empleados es Ottoniel Núñez, quien junto a su esposa, Orquídea Batista, habría comprado fincas y casas en Barahona, además de apartamentos en Santo Domingo.

Sin embargo, según las fuentes, las propiedades le están siendo quitadas, luego de ser despedidos.

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