ENRIQUILLO: Donaciones sustentan pobladores



ENRIQUILLO:Aunque este municipio perteneciente a la provincia de Barahona, subsiste  a base de la ganadería,  la pesca y la agricultura, hoy en día  su principal dificultad es la falta de empleo; pues la gran cantidad de adultos que convergen en esta empobrecida demarcación no encuentran ocupación que les genere ingresos.

 Un porcentaje importante  de los  habitantes  de esta jurisdicción  viven en condiciones  de pobreza; sin embargo, la población joven y femenina es la que más sufre del flagelo de la miseria, conforme relatan los  munícipes.
 Pese a que los  servicios de agua potable, electricidad, sanitarios y otros están presentes en casi todas las comunidades, la falta de oportunidades en los jóvenes está provocando que emigren a otros destinos.

 Un  estudio realizado por el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben), destaca que el 70. 5 por ciento de las personas radicadas en las áreas prioritarias de Barahona, son dependientes económicos de otros familiares.

 Opiniones:

Arelis Zarsuela, residente en el lugar, contó a DominicanosHoy que allí la indigencia está distribuida en cada una de las circunscripciones y distritos de la provincia, y que cada persona está marcada por ella.

 “Barahona, La Ciénaga y Enriquillo son los municipios que tienen la mayor cantidad de hogares  en hacinamiento extremo; es decir, con cuatro o más personas por dormitorio y eso lo han demostrado estudios recientes”, indicó Zarsuela.

 “Vivimos de la gracia divina o la donación de algún buen samaritano”, dijo Elvira Méndez, quien hace 20 años vive en una  humilde casita al lado de la carretera.

 Reveló que  los  agricultores en su mayoría  han tenido que abandonar el campo, mientras que otros han arrendado sus tierras a poderosos y así las han dejado”, expresó.

 A juicio de Méndez la agropecuaria en la zona está abandonada por las autoridades, y  los cafetaleros tienen que ser poderosos para mantenerse y sobrevivir.

 Otra de las vecinas, Marlín Terrero, se queda pensativa y cuando se le pregunta cómo está la situación en la comarca, no se contiene y se desboca: “Aquí no hay fuente de trabajo, ni  agricultura, no existe  de nada. La gente se tropieza una con otra en la calle en busca de alguna chiripita para subsistir; esto pese a que en la zona se produce, café, yuca, plátanos, yautía, rulos, entre otros”.

  A la orilla de la carretera el equipo de periodistas se encuentra con el jornalero Emilio González, quien vende dos fundas de mango, un racimo de guineos y tres lechosas que en la tarde anterior trajo del conuco: “Si no vendo estas cositas, en la casa tenemos que comernos los víveres vacíos”, comenta.

 Abordado al respecto, el alcalde de la  circunscripción,  Richard Oliver Galarza Sánchez citó entre las necesidades imprescindibles para el desarrollo del pueblo, la existencia  de  pozos para la ganadería, pues los granjeros tienen inconvenientes con las aguas, así como el arreglo de la carretera Barahona Enriquillo,  ya que las malas condiciones de las vías han provocado muchos accidentes.

 Explicó que para un vehículo penetrar a esa zona tiene que ser de doble tracción y buena calidad, por lo incomodo de la vía.

 “Aunque la educación se realiza con eficiencia,   en materia de salud, los habitantes de Enriquillo  carecen de los elementos básicos,  porque no tienen buenos servicios y los medicamentos brillan por su ausencia”, apuntó.

 Para el alcalde,  de seguir esta situación, la migración continuará  a poblaciones más grandes y de más desarrollo: “Nosotros deberíamos tener entre 60 y 70 mil habitantes, y solo hay unos 30 mil por la falta de oportunidades”.

Tomado de Ecos del Sur

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