POR DAVID RAMIREZ
Si algo tiene de singular las elecciones municipales, congresuales y presidenciales es que a medida que se aproxima la fecha del certamen electoral, los funcionarios se activan y las verborreas mediáticas se multiplican.
Los funcionarios desempolvan y reciclan las viejas promesas incumplidas para convertirlas en novedades; de repente los picazos están a la orden del día en cada uno de los municipios de la provincia y se multiplican también los anuncios de nuevas de obras que en realidad nunca inician o que, en la mayoría de los casos, tampoco terminan.
¿Cuantas veces esos mismos funcionarios nos han prometido construir el nuevo Mercado Público? Son tantas que ya ni me acuerdo.
Mientras el hacha va y viene ya un funcionario anunció el primer picazo para la construcción del nuevo Matadero Municipal y otro picazo más para la construcción de la carretera Cabral-Polo. Creemos que no serán los únicos, pronto esos picazos electorales se multiplicaran aquí y allá en la provincia.
Pero una vez pasada las elecciones llegarán, como siempre ha sucedido, las desilusiones y aparecerá la verdad quijotesca que tal vez no enajenaría y nublara el raciocinio de muchos votantes que confiaron nuevamente en sus palabras:
Que fueron solo promesas de campaña.
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