Ginebra, 27 feb (EFE).- Más de un 5 por ciento de la
población mundial, 360 millones de personas, conviven con alguna discapacidad
auditiva, y de ellos, 32 millones son niños, según las últimas estimaciones de
la Organización Mundial de la Salud (OMS), reveladas hoy. En ocasión del día
internacional del Cuidado del Oído, que se celebra el próximo domingo 3 de
marzo, la OMS reveló los últimos datos sobre discapacidad auditiva, que no
pueden compararse con números anteriores en aras a valorar su evolución porque
las fuentes y la cantidad de datos son distintos, según afirmó en rueda de
prensa Gretchen Stevens, experta de la institución.
De los 360 millones de personas, 183 millones (el 56 por
ciento) son hombres y 145 millones (el 44 por ciento) son mujeres; 32 millones
son niños menores a 14 años.
De los 328 de adultos, 165 millones son personas de más de
65 años.
De hecho, según el estudio, de cada tres personas mayores de
65 años una sufre algún tipo de deficiencia auditiva.
Por regiones, la mayor prevalencia la padece Europa Central
y del Este y Asia Central, con una 7,6%; seguida del sur de Asia (6,4%); Asia
Pacífico (6,1%); Este de Asia (5,5%); África Subsahariana (4,5%); Latinoamérica
y el Caribe (4,5%); Oriente Medio y Norte de África (4,5%); y los países
desarrollados (3,9%).
En Latinoamérica, la prevalencia de problemas auditivos
entre los niños menores de 14 años es del 1,6%; en los adultos de 15 años es del
8%; y entre los mayores de 65 años del 38,62%.
Las infecciones del oído son las principales causas de las
deficiencias auditivas en los niños, especialmente en los países menos
desarrollados.
"La mayoría de las causas de pérdida de audición son
fácilmente evitables porque muchas pueden ser tratadas gracias a la diagnosis
temprana e intervenciones rápidas, como los implantes de aparatos", explicó
Shelly Chadha, experta de la OMS.
"Falta conciencia sobre las causas, conocimiento para
detectar las deficiencias y asumir que es necesario pedir ayuda para un problema
que puede solucionarse. Cuando más demanda de servicios de asistencia haya, más
se desarrollarán estos servicios", agregó la experta.
Las principales enfermedades infecciosas que causan
deficiencias auditivas o incluso sordera son la rubeola, la meningitis, el
sarampión, y las paperas, todas ellas dolencias que pueden ser evitadas con la
vacunación, un proceso de inmunización a la cual no acceden millones de niños en
el mundo.
Asimismo, otras causas pueden ser traumas en la cabeza,
causas genéticas, problemas durante el embarazo o el parto (como la infección
por citomegalomavirus o la sífilis), el uso de algunos medicamentos o la
exposición a ruido excesivo.
Precisamente, consultada sobre qué se considera ruido
excesivo, Chadha explicó que hay distintos baremos, como la exposición a más de
85 decibelios durante ocho horas o 91 decibelios durante dos horas, pero
advirtió que lo más claro es el sentido común.
"El ruido puede provenir del tráfico, o padecerlo en el
trabajo, o por estar expuesto a actividades recreativas como ir a una discoteca
o escuchar muy alto y mucho tiempo música en los auriculares", explicó.
"Todo depende de lo alto que se escuchen los auriculares, lo
básico es que la persona al lado no lo oiga. Pero también depende del tiempo,
cuanto más alto, menos tiempo, etc", agregó.
A pesar de que las pérdidas de audición pueden paliarse con
aparatos electrónicos, los audífonos, no hay suficientes disponibles.
"Actualmente, la producción de aparatos electrónicos sólo
responde a un 10 por ciento de la demanda global", señaló Chadha, quien explicó
que la institución estudia la posibilidad de la transferencia de tecnología para
promover el acceso de audífonos en los países en desarrollo.
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