Franklin Franco Pichardo, consagrado historiador y catedrático fallecido ayer, a los 77 años de edad, integró en el 1959 un segundo grupo de jóvenes que se entrenaba en Cuba como un “plan b” de las expediciones que llegaron en junio de ese año para luchar contra la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo.
“Sí, a mí me tocó , imbuído por esa fuerza espiritual tremenda que desencadenó el proceso revolucionario cubano”, respondió Franco en una reciente entrevista al autor de esta reseña, con relación a sus entrenamientos en Madruga, Cuba.
Una sólida formación intelectual caracterizaba a Franco, quien sin embargo en su trayectoria profesional compartió sus conocimientos, con admirable humildad.
Falleció próximo a las 7:00 de la mañana, cuando había advertido que se sentía mal de salud y se preparaba para ir al médico.
Le sobreviven su esposa Ángela Soto de Franco, sus hijos Franklin, José Isaías, Erik, Soraya, Ana Carolina, Yelidá y Francisco Alberto,