CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco pidió "derrotar el flagelo hambre agravada por los conflictos y los inmensos derroches" en su mensaje de Pascua, en el que recordó a los afectados por la epidemia de ébola en África y a los inmigrantes que buscan "una vida con dignidad".
En su mensaje 'Urbi et Orbi', pronunciado desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el primer pontífice latinoamericano rogó también por "los indefensos, especialmente los niños, las mujeres, los ancianos" y por "los que padecen enfermedades, que también se difunden a causa de la incuria y de la extrema pobreza", afirmó.
Francisco instó a la comunidad internacional a "impedir la violencia" en Ucrania, donde la tensión se incrementó este domingo de Pascua por un tiroteo mortal en una ciudad bajo control de fuerzas favorables a Rusia.
"Te pedimos que ilumines e inspires iniciativas de paz por los esfuerzos en Ucrania, para que todas las partes implicadas, apoyadas por la comunidad internacional, lleven a cabo todo esfuerzo para impedir la violencia y construir, con su espíritu de unidad y diálogo, el futuro del país", dijo el pontífice desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
El papa argentino rogó asimismo por "la reconciliación" en Venezuela. "Te pedimos por Venezuela, para que los ánimos se encaminen hacia la reconciliación y la concordia fraterna", instó el papa en un llamamiento para que siga el diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana para encontrar una salida a la crisis política en ese país sudamericano.
Una muchedumbre proveniente de todo el mundo asistió este domingo en la Plaza de San Pedro en el Vaticano a la segunda misa de Pascua que celebra el papa Francisco.
El pontífice argentino sigue suscitando entusiasmo entre las decenas de miles de católicos de todas las nacionalidades, que este domingo se han congregado en la inmensa explanada para asistir la misa de Pascua, la principal fiesta del cristianismo.
Vestido con hábitos sencillos litúrgicos blancos y amarillo pálido y no dorados, como suele ser la tradición, el papa ingresó a la plaza junto con numerosos cardenales y obispos.
Más de 35.000 flores, narcisos, lirios, tulipanes, jacintos, rosas, magnolias, muchas blancas y amarillas, los colores del Vaticano, adornan la plaza.
El primer pontífice latinoamericano, de 77 años años, pronunció su mensaje en italiano poco antes de dar la bendición a todos los católicos del mundo y desear una "feliz pascua".
La bendición 'Urbi et Orbi' se imparte sólo dos veces al año, el domingo de Pascua y el día de Navidad, y concede la indulgencia plena a los fieles que la reciben, incluso a través de los medios de comunicación.
El sábado, durante la Vigilia Pascual que conmemora la resurrección de Cristo, el papa exhortó a los católicos a llevar la fe "hasta los confines de la Tierra".
Durante su homilía, en la que comentó la Resurrección de Cristo, el sumo pontífice afirmó que Pascuas significaba "una cosa muy hermosa, sacar una energía nueva de las raíces de nuestra fe".
Francisco también llamó a los fieles a convertirse en "testigos" de la resurrección de Cristo, añadiendo: "no es un retroceso, no es una nostalgia. Es regresar al primer amor, para recibir la fe que Jesús encendió en el mundo y llevarla a todos, hasta los confines de la Tierra".
Durante la ceremonia del sábado, el papa administró los sacramentos de la iniciación cristiana (bautizo, confirmación y primera comunión) a una decena de personas, de edades comprendidas entre los 7 y los 58 años, procedentes de Italia, Bielorrusia, Senegal, Líbano, Francia y Vietnam.
Elegido el 13 de marzo del 2013, Francisco, con una serie de gestos simbólicos y palabras, está cambiando el rostro del Vaticano, tras las duras críticas y polémicas de los últimos años.
El Jueves Santo, se desplazó a una iglesia de la periferia de Roma para oficiar la liturgia del lavado de pies a doce discapacitados y enfermos.
El Viernes Santo, oró por los "explotados" y nuevos esclavos del mundo moderno durante el sugestivo Vía Crucis nocturno del Viernes Santo en Roma alrededor del Coliseo , durante el cual se recordaron "las injusticias causadas por la crisis económica".
Roma se prepara además para acoger a la muchedumbre el próximo domingo, para la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II.
jt/am
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