NUEVA YORK.- La última reprimenda de Óscar de la Renta a su rebelde hijo ha llegado en forma de testamento. Aunque, más que una reprimenda, es una bronca monumental.
Moisés de la Renta, de 30 años, está pagando muy caro no haber sido un niño obediente. Según el «New York Post», el joven solo recibirá unas migajas de la fabulosa herencia que dejó el diseñador dominicano, estimada en 26 millones de dólares (unos 23 millones de euros).
El modista fetiche de Jackie Kennedy y su hijo adoptivo tuvieron una relación plagada de altibajos. «Óscar le quería como a un hijo de verdad, pero pasaron por momentos muy muy difíciles», explica a ABC una antigua clienta del diseñador afincada en Madrid.
«Moisés llegó a darle muchos dolores de cabeza a su padre y no se lo puso fácil. Pero se querían mucho», añade esta íntima amiga del hombre que vistió a todas las grandes damas del siglo XX. Hace unos años el joven De la Renta intentó lanzar su propia firma de ropa utilizando el nombre de su progenitor, lo que habría sido la gota que rebalsó el vaso.
Así lo ha querido el diseñador en un testamento de seis páginas firmado pocas semanas antes de su muerte. La herencia incluye su piso de Park Avenue, valorado en 13 millones de dólares; la casa de Connecticut en la que murió, tasada en casi 3 millones; y su condominio en Punta Cana, a pocos metros de las casas de Julio Iglesias, Mikhail Baryshnikov y el magnate dominicano Frank Rainieri.
Moisés, que fue rescatado de un contenedor cuando solo era un recién nacido, solo recibirá una pequeña parte de esa suma y, según los documentos que dejó su padre, si intenta impugnar el testamento no recibirá ni un céntimo.
0 comentarios:
Publicar un comentario