Benny Rodríguez
Barahona.- Nuevamente la seguridad del Hospital Regional Universitario Jaime Mota se pone a prueba.
Luego que familiares se enteraran que un motorista, que colisionó esta tarde - noche con el conductor de otra motocicleta su motor falleciera. Amigos y familiares procedieron a llevarse el cadáver ensangrentado de la emergencia, lo montaron en una guagua sin que pudiese impedirlo.
El fallecido es Roberto Ramírez (Robert), de 25 años, quien fue llevado a la emergencia del centro local de salud, luego de chocar de frente el motor que conducía a las 6:47 minutos, en próximo a las oficinas del INDRHI con otra moto.
Con el que chocó fue identificado como Rubén, quien resultó ileso, pero, su acompañante José Valentín, de 42 años, residente en Los Solares de Milton, de Villa Central, presenta herida en el pecho, la cabeza, los brazos y las piernas. Su estado es estable.
Ambos manejaban motores AX-100, de color negro y según Valentín, que retorciéndose de dolor accedió a narrar el accidente, dijo que el fallecido tuvo un deslizamiento al ponchársele el neumático delantero del motor e impactarlos a ellos.
El doctor Faña, quien le atendió en la emergencia, dijo que el occiso presentaba un trauma craneal severo, con una posible fractura de la base del cráneo, por lo que llegó al centro en esta delicado, falleciendo una hora después de ser llevado al hospital, justo cuando llegó la ambulancia que lo trasladaría a un centro médico de la ciudad de Santo Domingo.
Seguridad
Nuevamente la seguridad del centro de salud, reforzada con miembros de la Policía Nacional, adscritos a la Dirección Regional Sur y del Ejército de la República Dominicana, de la Quinta Brigada de Infantería reprobó el examen.
Cuando a sus familiares y amigos el médico les comunicó el fallecimiento del paciente, se produjo una situación inmanejable que puso en riesgo la vida del personal médico, de enfermería, así como del personal de apoyo del área administrativa.
Sin importar nada, un grupo penetró hasta la emergencia y uno de ellos lo subió en su hombro, lo montó en una guagua y lo condujo hasta la residencia de sus padres, ubicada en el sector de Palmarito, donde le velaron por algunos minutos.
Luego, y ya en un ataúd, en el mismo vehículo le llevaron a la funeraria Limber, ubicada en la calle Uruguay, pero tuvieron que regresar con el cadáver, ya que la administración de la misma le informó que estaba ocupada con otro fallecido que será trasladado mañana desde Santo Domingo.
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