Por: LEONARDO PLATA |
BARAHONA, 10 enero, 2016.- Un hombre fue encontrado muerto en la marquesina de una residencia, por vecinos de la misma, en la cual laboraba como celador.
El hombre fue identificado como Rosario Trinidad de unos 63 años, según sus familiares, y el mismo fue encontrado en avanzado estado de putrefacción.
La residencia donde estaba el cadáver de Rosario Trinidad, está ubicada en la calles 3 del sector Punta Palma de esta ciudad, y según los vecinos, ellos se dieron cuenta por el mal olor que emanaba de la residencia y que cuando se percataron vieron el cádaver tirado en la marquesina.
Al lugar se presentó el procurador fiscal Yaván Ariel Gómez Rubio, en compañía del médico legista, doctor García Ortíz, así como el procurador de la Corte de Apelación magistrado, Bolívar D´Oleo Montero, y otras autoridades.
Gómez Rubio dispuso que la residencia donde se encuentra el cadáver, sea custodiada por efectivos policiales hasta que los patólogos forenses hagan los experticios de lugar para determinar la real causa de la muerte.
BARAHONA, 10 enero, 2016.- Un hombre fue encontrado muerto en la marquesina de una residencia, por vecinos de la misma, en la cual laboraba como celador.
El hombre fue identificado como Rosario Trinidad de unos 63 años, según sus familiares, y el mismo fue encontrado en avanzado estado de putrefacción.
La residencia donde estaba el cadáver de Rosario Trinidad, está ubicada en la calles 3 del sector Punta Palma de esta ciudad, y según los vecinos, ellos se dieron cuenta por el mal olor que emanaba de la residencia y que cuando se percataron vieron el cádaver tirado en la marquesina.
Al lugar se presentó el procurador fiscal Yaván Ariel Gómez Rubio, en compañía del médico legista, doctor García Ortíz, así como el procurador de la Corte de Apelación magistrado, Bolívar D´Oleo Montero, y otras autoridades.
Gómez Rubio dispuso que la residencia donde se encuentra el cadáver, sea custodiada por efectivos policiales hasta que los patólogos forenses hagan los experticios de lugar para determinar la real causa de la muerte.
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