Temor o respeto

Por Ulises Guevara 
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En la sociedad dominicana y en los países donde tuvo arraigada la dictadura durante décadas, todavía se confunde el Temor con el respeto, en la República Dominicana vivimos décadas de temor y terror con el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina,.
lo mismo pasó en Haití con los Duvalier, Cuba con Fulgencio Batista, entre otras naciones que no escaparon a ese gran mal del siglo veinte, y ¿Quién puede decir en su sano juicio que a Trujillo, Los Duvalier y Batista los pueblos donde éstos fueron dioses y señores, los respetaban?, nunca lo respetaron, a éstos se les temía porque sembraron el terror a sangre y fuego, el temor viene de una imposición, de un abuso del poder mientras el respeto es adquirido por un comportamiento decente, humilde, sencillo que se manifiesta en una persona de poder o gobernante.

Todavía en algunas sociedades hay gentes que inspiran temor desde un puesto público y ellos mismos viven confundidos haciendo alardes de que  “a mi hay que respetarme”, no sabiendo que a él o a ella nadie lo respeta, sino más bien se les temen, imponer el respeto a través de la fuerza o el terror es propia de las dictaduras y esto sucede en diferentes extractos sociales de nuestras sociedades donde las dictaduras hicieron todas las maniobras para mantenerse.

En la familia también hay dictadores que imponen el terror a su pareja, a sus hijos(as) y a todo el que les rodea en su entorno, éstos consideran que en realidad se les respeta más;  sin embargo, están equivocados, frases de un padre dictador : 
“El hombre aquí soy yo, el papá suyo soy yo” , a resumir de cuenta parece que éste individuo duda de su hombría o de su paternidad y la mujer y los hijos aterrorizados con la boca abierta, muy diferente a cuando existe el respeto el individuo aquí no exhibe don de mando, sino, que todo lo hace donde los demás miembros de la familia lo pueden complacer;  por ejemplo: por favor ve a estudiar, ven a comer, que gran diferencia entre estas dos personas el que hace que lo respeten por su comportamiento y el que cree que lo respetan por sus imposiciones, a uno cuando llega a la casa su propia familia dice en voz baja “ya llegó” al otro lo reciben con besos, abrazos y mucho cariño.
La Rebelión es el lenguaje de los no escuchados…

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