PEDERNALES, .-Residentes en este municipio no saben qué hacer frente a una ola de robos que no se detiene y que viene afectando residencias e incluso propiedades que ponen en entredicho las buenas costumbres de la comunidad.
Producto de la ola de robos, el temor y el miedo no dejan a muchas familias poder reconciliar el sueño donde “ni siquiera las iglesias se les escapan para robar”, por ejemplo, una denuncia da cuenta que en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ubicada en este municipio, los ladrones se llevaron el amplificador y los abanicos con que los feligreses utilizaban en sus cultos.
Producto de esa ola de robos que no descansa, el pasado miércoles los ladrones rompieron la puerta intermedia de la botica popular de POMESES/y cargaron con varias medicinas, la flota, un abanico y unos centavitos que por suerte eso fue lo que encontraron y que habían dejado las empleadas en un cajón.
Los adventistas cuentan que en días pasados los “ladrones” en su primer robo en el templo de adoración a Dios, se llevaron la bomba de extracción de agua y que como rutina frente a una ola que no se detiene en el municipio de Pedernales, dejaron otras cosas envueltas con la finalidad de dar tregua y volver a robar.
Se comenta que los cacos se auxilian de herramientas del tipo Cizalla, martillos, ”pata de cabra”, destornilladores y machetes para romper las puertas y ventadas penetrando al interior de las viviendas y a su paso se llevan lo que encuentran.
Estos robos y otros que consecutivamente se vienen realizando en Pedernales, están generando el terror e insomnios entre familias que dicen que no duermen, pero con la intensión de hacer justicia por sus propias manos si sorprende a alguien, porque al parecer el “respeto” se ha perdido, poca aplicación para investigar y detener a sospechosos y casi siempre no se apresa al o los responsables, pero mucho menos no hay a quien quejarse.
Los quejosos sospechan que los robos en oficinas, casas de familias, hoteles, como en el caso del templo adventista, los ladrones se están auxiliando de menores para abrir y romper áreas protectoras de metal e introducirlo, luego abrir las puertas o romperla y cometer la sustracción de propiedades en las edificaciones.
En la iglesia adventista la policía de Pedernales llegó tomando notas y mirando como rompieron la ventana de metal y penetrando por un orificio muy pequeño que al parecer es una persona delgada que cometió el robo.
La ola de robo en Pedernales ha llegado a signo tan alarmante que los ladrones desmantelaron doce (12) apartamentos, seis (6) cabañas de alojamientos perteneciente a doña Carmen de Marchena, los cuales fueron arrendados a la empresa Cementos Andino Dominicanos, así como tres casas de familias, una de ella la del teniente pensionado Francisco Vargas en el sector Campo de Aviación, donde cargaron en días pasado con camas, abanico, estufa y cuantas cosas habían en el interior de la casa.
Por Odalís Báez / Nota enviada El Boletín RD
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