ANALISIS DE FELIPE CIPRIAN! Marcha Verde atorada y la oposición en el limbo


Felipe Ciprián
felipe.ciprian@listindiario.com
Santo Domingo/Tomado de Listin Diario
El movimiento Marcha Verde surgió como un arrebato de un grupo de comunicadores y activistas sociales, esencialmente miembros del panel del “Gobierno de la tarde”, en una de sus etapas, por la emisora Z-101.3, y su irrupción desbordó los pronósticos de sus iniciadores y aguijoneó a corruptos y políticos que se consideran dueños del escenario.


Su detonante fue la admisión de la constructora Odebrecht ante autoridades judiciales de Estados Unidos de que sus ejecutivos se valieron de sobornos para arrebatar la adjudicación de las obras públicas más importantes en al menos 12 países de América Latina y África, obviamente en perjuicio de otras corporaciones que iban a licitaciones en buena lid.

En diciembre de 2016 los norteamericanos hicieron público que habían llegado a un acuerdo con Odebrecht en el que ella admitía sus culpas por sobornar a funcionarios y políticos por un monto equivalente US$788 millones para excluir a otras empresas, por lo que aceptaron pagar una multa administrativa superior a los US$4,000 millones, que finalmente quedaron reducidos a US$2,600 millones.

Como desde Estados Unidos se informó que Odebrecht pagó US$92 millones en soborno en República Dominicana para acaparar las principales obras de infraestructura entre 2001 y 2014, la convocatoria a la primera Marcha Verde, el 22 de enero de 2017, fue un éxito enarbolando las consignas de ¡Fin a la impunidad! y ¡Castigo a los corruptos!

Primero en Santo Domingo y paulatinamente en regiones y provincias, los manifestantes indignados expusieron al mundo su repudio a la corrupción y exigieron el fin de la corrupción y el enjuiciamiento de los beneficiarios de los sobornos -admitidos- de Odebrecht.

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