Captura de Video de Edinson Lòpez
EN BARAHONA, (Repùblica Dominicana), Jueves 19 Marzo, 2020: Las actividades, en especial las comerciales, del transporte público, económicas, entre otras, se han reducido grandemente, producto del avance que experimenta el coronavirus en el país que mantiene atemorizados a los residentes en toda esta provincia.
La mayoría de las vías públicas, incluyendo las avenidas Luperón y Enriquillo, situadas en la zona alta y baja de esta población, lucen desiertas en comparación con la cantidad de ciudadanos que circulaba por ellas antes de la aparición del coronavirus.
Los principales negocios, ubicados en las calles Luis E. Delmonte, José Francisco Peña Gómez (antigua Uruguay), María Montez y 30 de Mayo, Colon, principales arterias comerciales de esta ciudad, mayormente los de nacionales chinos, han cerrado sus puertas.
En tanto que las instalaciones del viejo mercado público, ubicado en la parte baja de esta ciudad, que antes de la aparición del coronavirus diariamente eran visitados por muchas personas, lucen prácticamente desiertas por el miedo que los comunitarios tienen frente al coronavirus.
El transporte, básicamente el interurbano funciona con pocos medios de transporte ya que los comunitarios evitan desplazarse a las zonas de muchas aglomeraciones de personas.
Los ciudadanos más afectados por el peligro del coronavirus son los llamados "chiriperos", entre estos los que se encuentran los motoconchistas que obligatoriamente tienen que salir a las calles sin protección alguna en busca del pan de cada día, actividad que también está reducida en un alto por ciento.
"Estos es algo terrible para nosotros, porque los más necesitados, obligatoriamente tenemos que salir a ejercer nuestras labores bajo el temor de contagiarnos por transportar algún pasajero que ya tenga los síntomas del coronavirus", dijo Luis Javier Méndez Matos, de 25 años.
Otros jóvenes dedicados a esta misma actividad, están rogando a Dios que esta situación pase muy pronto, ya que la mayoría de ellos tienen esposas a hijos.
Otros admitieron que cuando se corrió la voz de que algunos ciudadanos locales comenzaron presentar síntomas del virus en cuestión, hicieron uso de sus ahorros para adquirir alimentos en los establecimientos, cuya mayoría ya están cerrados.
"Lo que nos preocupa ahora, es que no sabemos que haremos cuando se nos agoten la cantidad de alimentos que adquirimos. Esto será bastante serio para nosotros", comentaron.
Otros comunitarios seriamente afectados por esta situación, son los que a diario ganan el pan de cada día cargando bultos y descargando camionetas y camiones que transportan productos agropecuarios desde los distintos pueblos de esta provincia hasta el mercado público de esta ciudad.
Toda la comunidad abriga la esperanza de que las medidas dispuestas por el gobierno, dirigidas a evitar la propagación del coronavirus, surtan pronto los resultados esperados, ya que de lo contrario, la situación se tornará más seria, complicada y nadie puede predecir lo que sucederá.
Por Juan Francisco Matos
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