Neyba, Bahoruco. “El Consorcio debe irse, no más violencia”, con esta consigna, cientos de campesinos marcharon la mañana de este jueves en la Zona Cañera, en demanda del cese de los abusos cometidos por el Consorcio Azucarero Central (CAC) con el derribamiento de plantaciones agrícolas y la anulación de contrato de arrendamiento de los terrenos del Consejo estatal del Azúcar (CEA).
La jornada pacifica, se desarrolló entre los bateyes 6 y 4, con una parada en Batey 5, donde el CAC causó pérdida de unos 20 millones de pesos, de acuerdo a la Pastora Vicky Batista, con la destrucción de un parque construido por la Junta Administrativa del Distrito Municipal del Palmar y un negocio privado.
El recorrido, custodiado por agentes del Departamento de la Policía Nacional, de esta provincia, fue organizado, entre otras organizaciones, por el Bloque Campesino Sur Sur, La Articulación Nacional Campesina, El Retoño y el Comité Rescate de Los Terrenos del CEA y apoyado por la Iglesia Católica.
“En todos esos abusos del CEA y del Consorcio que cometen contra esos campesinos. La Iglesia acompaña al pueblo en sus alegrías, también lo acompaña en sus luchas sus sueños para lograr una sociedad más humana”, indicó el Sacerdote de la Iglesia San Martin de Porres, Quiterio Galvá Lamarche.
De acuerdo al dirigente campesino, Alberto Figuereo, la marcha no era contra del Gobierno Central, sino para denunciar al CEA y al CAC por el derribamiento abusivo de sus plantaciones y la presión para que los parceleros del Aguacatico arrenden sus terrenos.
“Cuando ellos llegaron aquí, a privatizar el Ingenio Barahona, nos dijeron que nos apoyarían para cultivar la tierra, pero ha sido lo contrario nos han desalojado de la zona cañera”, dijo.
Mientras, Luis Manuel Peña, Presidente del Bloque Campesino Sur, dijo que las acciones del CAC son en contubernio con el CEA “no podemos seguir permitiendo que un consorcio que nos es de aquí, y que la tierra no es de ellos, estén chapeando y pisoteando los sembrados que muchos sacrificios levantados hace entre 50 y 60 años”, dijo.
La presencia del CAC, es repudiada porque, además, los campesinos aspiran a que en vez de cañas en alrededor de 250 mil tareas se produzca alimentos.
“La solución, es que el consorcio se vaya y que las tierras del Ingenio Barahona, sean transferidas a la Cooperativa Agropecuaria de Producción y de Trabajo para el Desarrollo Integral de la Región Enriquillo”, dijo Héctor Turbi, dirigente del Comité Prorecuperación de Las Tierras del CEA.
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